Una adolescente de la capital mexicana fue abusada sexualmente por 7 jóvenes, 5 menores de edad y dos adultos cuando estaba totalmente ebria e inconsciente, durante una fiesta en casa de unos amigos. La joven sostuvo que se enteró de este ultraje semanas después, cuando le llegaron las imágenes a través de un video transmitido vía celular, tras lo cual interpuso una querella ante la Fiscalía y los culpables fueron arrestados.
"Está fortísimo ese video, es estremecedor. Ella se observa inconsciente y se ve claramente cómo los chicos la violan", declaró Camila Bautista, fiscal de Delitos Sexuales de la Fiscalía del Distrito Federal.
Casos de sexting, aunque no de esta gravedad, también se han registrado entre figuras famosas. El 12 de julio la revista TV Notas difundió fotos de semidesnudos que el futbolista mexicano Andrés Guardado, de 24 años, intercambió vía Internet con una modelo argentina de nombre Pau, la noche previa a un partido de la escuadra nacional. En noviembre de 2008, esa misma publicación dio a conocer imágenes de la cantante Belinda cuando envió mensajes en topless a su novio de entonces a través de una webcam.
En tal sentido, los especialistas en el tema consideran que el sexting ocurre por una educación sexual "a la antigua" así como a "problemas de autoestima y a la falta de cuidado, conciencia y madurez de las personas sobre el impacto que puede tener la difusión de información privada en dispositivos digitales".
"La tecnología corre mucho más rápido que la educación sobre la sexualidad.Estamos educando de una manera antigua. Les hablamos a los jóvenes sobre órganos sexuales, embarazo, métodos de reproducción, en vez de orientarlos sobre tecnología", declaró a ANSA la sicóloga y sexóloga Paulina Millán.
En tal sentido, la ONG Asociación para la Seguridad en Internet (ASI) realizó una encuesta cuyos resultados afirman que el 8% de los jóvenes mexicanos ha enviado imágenes de desnudos o semidesnudos de su propio cuerpo "en forma voluntaria por celulares o Internet". Además, el 40% de ellos dice saber de "alguien que ha enviado fotos o videos" de este tipo.
"Si descubrimos que nuestros hijos enviaron fotos atrevidas por celular, hay que sentarse y platicarlo, sin dramatizar, sin asustar, pues no es el fin del mundo", dice Millán, del Instituto Mexicano de Sexología.
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